
Basílica de la Virgen de Guadalupe México
Comienza el mes de diciembre y millones de fieles peregrinos llegan a dar gracias y hacer sus peticiones ante Nuestra Señora Madre de Guadalupe. No es de casualidad o azar, que la Basílica de Guadalupe, se ha convertido en el segundo recinto católico más popular en el mundo, superado sólo por la Basílica de San Pedro en Roma.
Cada 12 de diciembre, es la fiesta de veneración a la Virgen de Guadalupe, es el día de la Guadalupe, y se conmemora en la imponente Basílica de Santa María de Guadalupe, ubicada justo al pie del Cerro del Tepeyac, en la ciudad de México.
El cerro Tepeyac pertenece al cordón montañoso que conforman la Sierra de Guadalupe, ubicado al norte de la ciudad de México, pertenece a la Arquidiócesis Primada de México, a través de la Vicaria Guadalupana.
Esta gran fiesta y veneración a María se ha convertido en una pieza fundamental y popular de la tradición religiosa mexicana.
¿Por qué es tan popular, y recibe esta Basílica, a cada vez más fieles creyentes católicos? La respuesta simplemente es una: FE. Esa esperanza, convicción y certeza, depositada en la Madre de Dios a través de Guadalupe, llena los corazones de estos peregrinos, e impulsados por venerar el manto que allí se encuentra, es que se ha convertido este lugar en una auténtico Santuario.
El Santuario a Nuestra Madre Virgen de Guadalupe, es un centro de consideración a la Madre de Jesús y Madre de cada uno de los cristianos católicos, y por lo tanto, cada uno de sus hijos llegan a este punto de la ciudad de México, con un simple propósito: Amar a María cada día más por medio de la FE.
Se estima que cada año peregrinan al Santuario, alrededor de 20 millones de fieles, no sólo mexicanos, sino de todo el mundo. Casi la mitad, lo hacen cerca o durante el 12 de diciembre, día de festejo en honor a la Virgen María de Guadalupe. Día de aniversario de la primera aparición de la Virgen a Juan Diego.
El Santuario a Nuestra Señora de Guadalupe corresponde a un predio en el Tepeyac, denominado la Villa de Guadalupe, en el cual se encuentran varias construcciones de veneración, que las enumeramos a continuación:

Fotografía con referencias sitios de culto más importantes del Santuario
❤ Historia de la Basílica y Santuario de Guadalupe ❤
✍ Información útil sobre el Santuario ✍
Insigne y Nacional Basílica a la Virgen Santa María de Guadalupe (Nueva Basílica)
Más popularmente conocida como la Nueva Basílica, fue construida necesariamente para albergar a la imagen de la Virgen de Guadalupe, pero también se cumplió otro objetivo, y era el de permitir el ingreso de una mayor cantidad de peregrinos debido a que la inestabilidad de la Antigua Basílica la había convertido en peligrosa para su uso.

Fotografía desde la explanada de la majestuosa Basílica de Guadalupe
Queda inaugurada el 12 de octubre de 1976, y como se menciona anteriormente, se instala allí, la imagen de María impresa en el delantal de Juan Diego.
Una característica sumamente importante es que su interior es circular y libre de apoyos, o sea autoportante, esto hace posible que la imagen de la Virgen de Guadalupe se pueda percibir desde todo el interior de la Basílica.
Esta disposición de construcción basilical, quedó fuera de los estándares constructivos de Basílicas católicas, con lo cual, en su momento, tuvo muchas críticas y comentarios despectivos por parte del común de la gente.
Claro está, que existen explicaciones que convencen, del porqué de esta construcción. Y es básicamente, que el suelo o terreno donde está erigida, es un suelo blando, con lo cual, se necesitaba levantar allí una Templo con este tipo de características, la cual es bastante “liviana”.
En su plano vertical más alto, correspondiente a la columna central, tiene una altitud de 42 metros. El imponente techo, con su forma y color azul turquesa, emula el color del manto de María, y simboliza el regocijo de cubrirnos con su Manto Celestial.
Interior de la Nueva Basílica
Al ingresar al interior de la Basílica, lo primero que llama poderosamente la atención es, por supuesto, la Original y Sagrada Imagen de Nuestra Señora de Guadalupe estampada en la tilma de Juan Diego, y enmarcada en un hermoso cuadro que reposa por encima del altar mayor.
Luego, divisamos al costado derecho de la Imagen, el órgano monumental, al costado izquierdo, las banderas de los países americanos, simbolizando el patronazgo de Guadalupe sobre las Américas.
Además, en los extremos laterales de la Basílica se encuentran sencillas, pero a la vez, importantes capillas: la Capilla al Santísimo, y la Capilla a San José.
Sin olvidarnos, de un símbolo más en este gran recinto, El Santo Cristo del Atentado, nombre que se le otorgó al crucifijo protector de la Sagrada Imagen en el atentado de 1921.
La Imagen, decíamos, se encuentra por detrás del altar, bajo una importante cruz. Para una mayor y mejor visibilidad de la imagen, se construyó una pasarela que pasa por debajo del altar con bandas transportadoras, que permite a los visitantes una mejor, y más bonita, apreciación a la hermosa Guadalupe.
Templo Expiatorio a Cristo Rey (Antigua Basílica de Guadalupe)
La original y antigua Basílica construida a la Virgen de Guadalupe comenzó con su edificación en el año 1695 y a comienzos del 1709, más precisamente en abril de aquel año, este Templo a María fue consagrado y abrió sus puertas.

Vista desde el atrio de la Nueva Basílica, las fachadas de la Antigua Basílica junto al Convento de las Capuchinas
Sólo tres días posteriores a su apertura, se hizo el traslado de la imagen de la Santa Madre de Guadalupe a este nuevo recinto católico. Su portada es indemne y se asemeja a un biombo, tiene cuatro torres octagonales de sus esquinas, quince bóvedas y una cúpula octogonal.
A comienzos del siglo XIX, el templo sufrió importantes daños, por lo que tuvo que ser restaurado, con un total cambio en su interior. De hecho se cambió el estilo constructivo, y se pasó de un estilo barroco a uno neoclásico.
En esta restauración se colocaron en el interior, sobre sus muros, cinco pinturas colosales con pasajes de la historia guadalupana. Estas obras concluyeron el 12 de octubre de 1895.
En el año 1904 la Colegiata fue elevada al rango de Basílica.
Unos años después, precisamente el 14 de noviembre de 1921 colocaron una bomba con el propósito de dañar la sagrada imagen, dejando como testigo fiel de este atroz suceso un Cristo de bronce que quedó doblado tras el estallido.
Los daños estructurales con el correr de los años continuaron en el edificio, y debido al hundimiento diferencial que sufría, es que en el año 1974 el arzobispo primado de México, Darío Miranda decide y coloca la primera piedra, quedando inaugurado el inicio a la construcción de la nueva Basílica.
Es así, que esta Basílica albergó, y fue el hogar, de la imagen de María durante 267 años.
El 12 de octubre de 1976, la imagen fue removida al nuevo templo, mientras tanto, este Templo comenzó a llamarse la Antigua Basílica de Guadalupe, a la vez que cerró sus puertas por un periodo de 24 años.
El objetivo primero de esta clausura, era nivelar el suelo y así evitar su total hundimiento, labor que por fín se pudo concretar, esto sucedió en el año 2000 y con la etapa principal concluida, la Antigua Basílica volvió a abrir sus puertas, esta vez con el nombre de Templo Expiatorio a Cristo Rey.
Ambas Basílicas, Antigua y Nueva, se encuentran una contigua a la otra, y circundan un espacio central, que en forma de explanada, está diseñado para albergar en días festivos, a más de 50.000 fieles. Este espacio forma parte de la denominada, Plaza Mariana.
Capilla del Cerrito
Representa una importante, y muy querida parroquia en el Santuario, y es donde se produjo y/o recuerda, el milagro de las flores frescas y la primera de las apariciones de Santa María de Guadalupe.
Fue construida en lo alto del cerro del Tepeyac, concluida en el año 1666, y por supuesto, consagrada a través de la primera actividad ceremonial, el 12 de diciembre de dicho año, día de la fiesta de María en la Villa.

Vista desde la falda del Tepeyac, la Capilla del Cerrito
Esta primitiva Iglesia, fue construida gracias a dos fieles a María, simples comerciantes de la zona, que se propusieron dedicar amor para y con Ella, por medio del enorme sacrificio que representaba, la construcción de una Capilla. Pero ellos, lo entendieron, como que era una simple forma de retribuirle a María, todo lo que Ella les daba.
Posterior a su inauguración los fieles peregrinos aumentaron de forma considerable, pues todos querían llegar a la cima de aquel cerro para honrar a la Madre de Dios. Se convirtió así, en un lugar de culto, donde hoy en la actualidad, muchos hacen el sacrificio de subir de rodillas a la Capilla del Cerrito, para celebrar el milagro de las rosas.
Mencionamos anteriormente, primitiva Iglesia, porque en el año 1748, por orden de la Institución Católica se decretó la demolición de esta Capilla, para erigir allí, una nueva Capilla, más grande y espaciosa que la anterior, debida a la cantidad incesante de fieles que subían al cerro.
El exterior de la actual Capilla del Cerrito, se caracteriza por una fachada típica mexicana de arquitectura barroca, caracterizada por columnas e imágenes iconográficas muy particulares de esta civilización, como son las estípites, el sol y la luna.
El interior, es más llamativo, el cual está hermosamente decorado con obras artísticas, desde imponentes murales que narran la historia de las apariciones, por detrás del altar un retablo confeccionado en mármol, que es una belleza, enaltecido aún más por la Imagen de Nuestra Señora de Guadalupe abrazada por los arcángeles.
No podemos dejar de mencionar, una preciosa cúpula, la cual se encuentra revestida con exquisitos mosaicos venecianos de la Santísima Trinidad.
Esta capilla en la actualidad representa el convento de las Carmelitas, comunidad de enclaustro y se desarrollan actividades que tienen que ver con el cuidado y la protección de la propia capilla, y oraciones para, y por el mundo.
Capilla del Pocito
Ubicada en la falda este del cerro del Tepeyac, construida entre 1777 y 1791.
A escasos metros de allí, durante la aparición de Guadalupe a San Juan Diego, brotó un pequeño manantial, el cual, en ese mismo instante, fue considerado milagroso, fue de inmediato que se le atribuyeron propiedades milagrosas a aquellas aguas.
Circunstancia que llevó a construir un pozo para almacenar allí el agua de la vertiente, para que los fieles que llegaban allí, tuvieran contacto con el agua. Sin embargo, esas aguas, se convirtieron prontamente, en un gran foco de infección, debido a que los peregrinos que llegaban se aseaban con ese agua, lavaban sus heridas, con el deseo de sanar sus dolencias y enfermedades, otros la bebían, entonces se decide finalmente, clausurar el pozo.
Sobre este pozo es que se decide la edificación de una Iglesia, la cual fue denominada, Capilla del Pocito. La particularidad de esta Capilla es su forma, es la única de base circular, que aún se conserva en México.

Uno de los ingresos a la majestuosa Capilla del Pocito
De notable arquitectura barroca, en la cual intervinieron un reconocido arquitecto local, sumado al esfuerzo de lugareños que deseaban aportar su grano de arena en este Santuario, a la vez que agradecer a María por decidir permanecer con ellos.
Su particular estructura, compuesta por la unión de tres círculos, uno sobre el antiguo pozo, otro se corresponde con el altar y su retablo, en el que se dispuso de una hermosa pintura de la Virgen de Guadalupe, y el tercero, es la sacristía y camarín de la Virgen.
En el centro, una imponente y bonita cúpula, revestida por fuera con azulejos esmaltados, y por dentro óleos con ángeles muy bien logrados.
Este Templo está destinado, básicamente a la oración. Es el lugar perfecto para que el visitante que llega al Santuario, pase por la Capilla del Pocito, a dedicarle una oración a la Santísima Virgen María.
Antigua Parroquia de Indios
Dentro del Santuario, es el Templo más antiguo que se encuentra en pie en la actualidad, con lo cual le brinda un plus especial a este Santuario.
Fue el centro de devoción, en donde se llevaba a cabo un proceso de inculturación entre naturales y españoles, y que fue logrado gracias a los pedidos que la Virgen hizo a Juan Diego durante sus apariciones, la construcción de “la casita sagrada”, como así está manifestado en el Nican Mopohua.
Construida sobre las ruinas de la primitiva y primera ermita erigida a la Virgen al pie del Tepeyac. Además, fue el sitio de albergue durante algunos años de la Imagen de la Virgen de Guadalupe sobre la tilma, hasta que ésta pasó a la Antigua Basílica.

Ingreso único y principal de la más antigua Iglesia en pie en Guadalupe
En el interior de esta Parroquia, se percibe y se siente la historia propia de Guadalupe. En el retablo, la presencia de una imagen de San Juan Diego vestido con su tilma, y estampada en ella, Nuestra Reina Celestial Guadalupe.
En el interior, además se pueden apreciar, reliquias de las construcciones anteriores, ruinas que dan cuenta de la cantidad de años de esta hermosa historia.
Templo y Antiguo Convento de las Capuchinas
Ubicado al costado oriente del Templo expiatorio a Cristo Rey. Fue construido entre 1782 (colocación de la primera piedra) y 1787, y de inmediato, el edificio fue ocupado por las madres capuchinas de Santa María de Guadalupe, rama femenina de los frailes franciscanos.
Este templo dedicado a Guadalupe, y sitio de contemplación y vida espiritual de las doncellas capuchinas, fue construido gracias al impulso de una de ellas, Sor María de San Juan Nepomuceno, que tuvo la iniciativa de hablar y convencer al Arzobispo para erigir al lado de la Colegiata, un lugar para el refugio de éstas, pero por sobre todo, para amar a María bien de cerca.
Un dato curioso, pero que a la vez, demuestra el amor que el pueblo tenía por su Madre de Guadalupe, que este templo fue construido en gran parte por donaciones y limosnas recaudadas por aquellas doncellas.
A través de los años ha sido lugar de estadía para la imagen de la Santísima Virgen de Guadalupe cuando la, por ese entonces, Colegiata, era cerrada por cuestiones de reforma o remodelación.
En el año 1863 las monjas capuchinas fueron exclaustradas, y el Convento fue confiscado, por leyes de la Reforma, luego es expropiado por parte del gobierno, y usado como hospital por un tiempo y como cuartel.
Por un tiempo, se les había prohibido permanecer allí por algunos años, hasta que finalmente en el 1929, las capuchinas pudieron volver a ocuparlo por completo nuevamente.
En el año 76 del siglo pasado fue cerrado para llevar a cabo un proceso de renivelación del edificio, el cual tenía notables signos de hundimiento, en definitiva, se encontraba en muy mal estado, representado un importante peligro de derrumbe.
Tuvieron que pasar más de 30 años, y recién en el año 1996 reabrió sus puertas, pero esta vez con la denominación: “Parroquia de Guadalupe”, con una hermosa impronta interior, en el que destaca, el retablo con la representación de la Sagrada Familia: Jesús, María y José, acompañados del Espíritu Santo.
Cementerio del Tepeyac
Primera y única necrópolis de la época virreinal, que todavía se encuentra en actividad, este cementerio se encuentra en el lado oeste de la cima del cerro del Tepeyac.
Se extiende por la parte trasera del cerro, colindante con la Capilla del Cerrito. De hecho se construyó allá por el año 1740 como un complemento añadido a dicha Capilla.
En la actualidad, es considerado al panteón del Tepeyac como zona de monumentos históricos nacionales, por lo tanto se encuentra protegido por la ley de monumentos y zonas arqueológicas, artísticas e históricas.
Instalaciones para investigación
Este es un espacio edilicio para el Archivo Histórico de la Basílica de Guadalupe, que cuenta con una colección de documentos principalmente novohispanos.
También preserva el Archivo y Biblioteca Musical. Formando parte del conjunto se encuentra la Biblioteca Teológica, con 70 años de historia activa y más de 22.000 volúmenes en la actualidad.
Museo de la Basílica de Guadalupe
Este edificio fue inaugurado en el año 1941, en el ala norte del antiguo Convento de Capuchinas, y por detrás de la Antigua Basílica.
Aloja una trascendental colección de arte novohispano compuesta por casi de 4000 recursos culturales, en su gran mayoría, únicos e irrepetibles, que incluyen esculturas, pinturas, joyería, orfebrería, entre otras cosas.
Plaza Mariana
Como mencionamos párrafos más arriba, este espacio, en forma de explanada, se corresponde a la extensión del atrio de la propia Basílica, fue pensado y diseñado en base a la masividad de gente que llegaba al Santuario.

Escultura simbólica de la Plaza Mariana, el Carrilón
Además de este espacio al aire libre, la Plaza Mariana, cuenta con otras áreas, como es el Columbario, y el Centro de Evangelización.
El columbario de la Basílica de Guadalupe
Basado en el diseño de los cementerios de la Antigua Roma, cuenta con espacios verticales de depósito de urnas de cenizas, en los cuales, pueden hacer uso de ello, cualquiera que solicite la adquisición de un nicho, el cual tiene la capacidad de albergar hasta 6 urnas.
De este modo, un ser querido fallecido, puede descansar en los brazos de la Santísima Virgen María de Guadalupe.
Centro de evangelización del Santuario de Guadalupe
Como su nombre lo indica, es un espacio destinado a reuniones, conventos, congresos, así como también actividades culturales, todas tareas a transmitir y profundizar la fe en la Virgen María y en el movimiento guadalupano.
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Historia del Santuario a la Virgen de Guadalupe
En el año 1531, posterior a las apariciones de la Virgen María a San Juan Diego, se comenzó con la construcción del primer santuario dedicado a Guadalupe.
Se erige así, la primera ermita en el 1531, por orden del obispo de México, fray Juan de Zumárraga. Para ese entonces, San Juan Diego había tomado la decisión consagrarse por completo a la Virgen María, y su devoción y amor fue tan grande por Ella, que se instaló a vivir los últimos años de su vida, al lado de donde se empezaba a construir el comienzo de esta veneración a través de este pequeño Santuario.
Juan Diego, al estar a la par de dicha construcción, fue parte de ella, ofreciendo su ayuda para tal propósito. De hecho, una vez terminada, fue el encargado de su posterior mantenimiento. Aquella ermita era sencilla, se utilizó sólo cantera y tezontle para levantarla, y para el 26 de diciembre de aquel año, se concluía con su labor.
La gran aceptación del pueblo indígena y colonial por esta advocación, hizo que la concurrencia a la ermita fuera cada vez mayor, cientos de fieles creyentes en la Virgen, fue la razón que llevó a la decisión de ampliar el recinto.
Entonces, aquella ermita pasa por un proceso de ampliación, y reestructuración (se utilizan materiales más resistentes, como el adobe y la piedra), y para el año 1555, se consagra la primera Capilla a María de Guadalupe, por orden y gracia del obispo sucesor de Zumárraga, el fray Alonso de Montúfar.
Al igual que aconteció con la primitiva ermita, esta capilla quedó pequeña para albergar los, cada vez más, feligreses españoles y nativos que llegaban al pie del Tepeyac, año tras año.
Por intervención del Cabildo de la Catedral y el Arzobispado se emprendió el diseño y la construcción de un nuevo recinto para venerar a la Santa Madre de Guadalupe.
Finalmente, en el año 1622 se abre las puertas de este nuevo templo dedicado a Guadalupe, en el cual permitía albergar a la gran concurrencia de fieles peregrinos católicos. Esta Iglesia fue inaugurada y nombrada como Iglesia Artesonada.
La gran devoción y amor a la Virgen, una vez más se hizo notar, y fue otra vez, la causante de la decisión de la construcción de otro nuevo espacio.
Entre el año 1648 y 1652 se construye un nuevo recinto en el Santuario, destinado a la veneración de la Madre de Guadalupe, lo denominaron Iglesia Antigua, seguramente porque fue construida y levantada en el mismo sitio donde fue construida y posteriormente reformada la primera ermita de Guadalupe.
Si bien la imagen impresa en la tilma permaneció en la Iglesia Artesonada hasta el año 1694, la necesidad de esta nuevo Templo, se cree, fue para mantener intacto la esencia y objetivo de construcción de la primera ermita, como así lo pidió la Virgen en sus apariciones.
Fue en el año 1694, como se comentó en el párrafo anterior, que la imagen cambia de lugar, desde la Artesonada, se traslada a la Iglesia Antigua, la cual ya había sido renombrada como Iglesia de Indios.
Un año después, en el 1695, la Artesonada es demolida, con el objetivo de la construcción de una nueva planta edilicia, y por supuesto, con mayores proporciones, ya que la constante y mayor devoción a la Virgen de Guadalupe, simplemente, impresionaba.
Entra en escena la Antigua Basílica de Guadalupe, que en sus inicios, no poseía el beneficio de ser titulada “Basílica” y sólo era considerado una Iglesia, pero convertida en Santuario desde el mismo inicio de la devoción, por el simple motivo, de albergar allí, esa pieza de vestimenta tan sagrada.
Trascendía el mes de abril del año 1709 y se produce la inauguración y consagración de la Ex Basílica de Guadalupe. Con dimensiones de albergue, incomparables con las anteriores Iglesias, fue indudable, que la Imagen de la Virgen fue trasladada hasta este nuevo Templo.
Fue en el año 1749, por intermedio del Papa Benedicto XIV que se le otorga el título de “Colegiata”. Una Colegiata es el nombre que se le da a ciertos templos católicos para permitir ser administrados tanto pastoral como administrativamente por un conjunto de sacerdotes denominado “Cabildo”.
Esta nueva administración, fue la encargada de llevar a cabo, los procesos de adecuación y reestructuración de la Colegiata, en donde el arte barroco tuvo su gran expresión en los acabados y en la decoración.
La Iglesia con el correr de los años, se ve perjudicada, sufrió importantes daños en la estructura edilicia, con lo cual, es sometida a procesos de restauración.
A comienzos del siglo XIX se llevan a cabo estas tareas, pero sucede un acontecimiento único en la restauración, y es la reforma del arte, se pasa del arte estilo barroco, al arte estilo neoclásico, pues el neoclasicismo pisaba cada vez más fuerte, en todas las ramas artísticas, pero aún más fuerte lo hacía, en la arquitectura.
Estas reformas, principalmente son plasmadas en la decoración, y se reemplazan piezas barrocas por neoclásicas. Algunas de las anteriores piezas, son aún conservadas, y expuestas en el Museo de la Basílica.
Las administraciones cambiaron, el arte cambió, las restauraciones se hicieron, pero un hecho magnífico y más importante que todo esto, estaba aconteciendo: el amor y fe a la Virgen de Guadalupe crecía y no paraba de crecer.
Los fieles llegaban y colmaban la Villa de Guadalupe, ya no sólo en cada fiesta, sino durante todo el año.
Grandes personalidades célebres del país mexicano, así como también del mundo acudían al resguardo de los brazos de María de Guadalupe. Emperadores, políticos, militares, todos llegaban a verla a Ella.
Finales del siglo XIX, más precisamente, año 1895, el por entonces, Sumo Pontífice de la Santa Sede Católica, el Papa León XIII, concede la Coronación Pontificia a la Santísima Virgen María de Guadalupe.
Esto fue el inicio, para ponerle fin a algo que ya se venía hablando mucho desde la Santa Sede, la concesión del título de Basílica a esta Iglesia.
El Papa Pío X, fue quien tuvo el honor de elevarla de jerarquía a la Colegiata de Santa María de Guadalupe por Basílica de Santa María de Guadalupe, en el año 1904.
La llamada Guerra Cristera, conflicto mexicano que tuvo como epicentro, batallas entre el gobierno de México y las milicias de laicos, católicos y presbíteros, fue el contexto de un hecho importante en la historia de la Basílica de Guadalupe: la explosión en el altar de una bomba del año 1921.
Llegó al altar mayor un bonito arreglo floral, portado por un desconocido, tras insistir que pretendía colocarlo sobre el altar mayor, frente a la imagen de Guadalupe, logra su cometido.
Era media mañana del 14 de noviembre del año 1921, y se produce una explosión en el interior de la Basílica, justo debajo de Cuadro de Guadalupe, era aquel arreglo floral.
El objetivo de aquel atentado, fue indudablemente destruir la imagen de la Santísima Virgen que se encontraba colgada por encima del altar, pero no se logró tal objetivo.
Un crucifijo de bronce fue el protector y escudo de María, cuan Hijo defendiendo a su Madre ante un ataque. A partir de allí, aquella pieza fue llamada “Santo Cristo del Atentado”, el cual resultó arqueado ante el impacto.
La imagen resultó intacta, incluso hasta el cristal que la cubre; sufrieron daños los veleros que reposaban en el altar, de hecho, las gradas del altar confeccionadas en mármol, también fueron destruidas, y el crucifijo antes mencionado.
De hecho la imagen intacta fue sustraída y resguardada por varios años, para posteriormente, en el año 1929, reponerla en la Basílica, pero se la colocó a más de un metro de alto de su ubicación primitiva.
En el año 1976, luego de construida y consagrada la Nueva Basílica de Santa María de Guadalupe, la imagen fue transportada a este nueva Iglesia, y la Antigua Basílica fue renombrada como Templo Expiatorio a Cristo Rey. Y cerró sus puertas por varios años para una nueva restauración.
Es a partir de ese año y hasta la actualidad, que la imagen es venerada en actual Basílica, donde acuden todos los días miles de hermanos, a saludarla, a consagrarla, a agradecerle, a encomendarse, a rogarle, a depositar una ofrenda, pero por sobre todo, a AMARLA, ¿a quién? a MARÍA, Nuestra Madre.
Datos de interés y servicios del Santuario
Para todos aquellos interesados, les informamos la dirección del Santuario dedicado a la Virgen de Guadalupe, cuya ubicación es en la parte norte de la ciudad de México. La dirección para arribar al mismo es:
Plaza de las Américas n° 1.
Villa de Guadalupe.
Código Postal 07050.
Distrito Federal, México.
Ahora te preguntarás…
¿Cómo llegar a la Basílica?
Lo puedes hacer a través del metro, línea de transporte común en el DF, el cual tiene estaciones muy próximas al Santuario. Las líneas que llegan hasta allí son: la línea 6 (se anuncia como Martín Carrera – El Rosario), en la estación Villa-Basílica; y la línea 3 (se anuncia como Universidad – Indios Verdes) en la estación Deportivo 18 de marzo.
Para más información, puedes comunicarte telefónicamente a los siguientes números, donde allí te brindarán de forma muy amable y considerada, más datos geográficos si es necesario, o te resolverán cualquier duda que tengas sobre el Santuario en general, o la Basílica en particular.
☎ Teléfono: 01 (55) 51180500 ó al ☏ Fax: 01 (55) 51180599
Los horarios de visitas a los distintos recintos, así como también de las misas y celebraciones, para una mayor y mejor comprensión te dejamos el siguiente PDF descargable, en donde tienes bien en detalle todos estos horarios.
Además, encontrarás allí, otros datos informacionales, sobre todas las instalaciones del Santuario, por un medio de un mapa interactivo con referencias exactas de las ubicaciones de todos los lugares de culto en este grandioso y maravilloso lugar de congregación y amor a Nuestra Reina Madre María de Guadalupe.
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